16.7.08

En el apagón... que cosas suceden... (8)



Los buenos momentos de un apagón

Los apagones siempre me han gustado, desde que era pequeña y uno que otro senderista sobreviviente hacía explotar una torre o la compañía de luz hacia que escuches el verso una y mil veces recitado de “El servicio eléctrico ha sido suspendido en los distritos de...” o como sea que va la frase. Aunque de día era la cosa más aburrida del mundo, es atroz cuando se va cuando te estás bañando, de noche se torna entretenido.


Cuando niña, los recuerdos más nítidos eran alumbrados a la luz de velas blancas, si las velas de apagón, sobrepuestas sobre una lata de café, una botella de vidrio, un plato o algún candelabro curioso, que si lo buscabas en cualquier otro momento era invisible a los ojos de todos. Esto era acompañado de una radio amarilla a pilas, reparada y vuelta a reparar, la cual al medio de la mesa, junto con las velas, hacia que escuches RPP mientras era compañía para terminar la tarea, tomar té o simplemente esperar que llegue la luz o mi papá si no se encontraba en la casa. Mientras duraba esto, era divertido jugar haciendo sombras en la pared, pasar la mano por la llama o ver cómo se consumía la vela. En el momento que llegaba la luz, comenzaba la pelea con mi hermana para ver quien apagaba más velas con las manos más rápido y sin quemarse.

Mientras fui creciendo, los apagones se debían a fallos en el sistema eléctrico, y se fueron haciendo más espaciosos entre su ocurrencia. Si había uno que se prolongaba, bastaba con ir a la tienda de la vuelta, donde con todos los demás vecinos hacías cola y pedias “Sr, deme un paquete de velas” para usarlas dos minutos y de pronto regrese la corriente. Típico.

El año pasado, debido al tan mencionado terremoto, se fue la luz en mi zona más o menos dos días, con mi papá fuera de la ciudad, y unos abuelos preocupados que nos secuestraron en el primer piso, tuvimos que sacar las viejas botellas y poner unas velas sobre la mesa grande, mientras comíamos chocolates, galletas y cualquier cosa que pudimos adquirir en la tienda, dado que los vecinos luego de que pasó la conmoción corro a comprar “provisiones” como si esperaran un ataque nuclear. Con gaseosa, té, café, tostadas pic y cuanta cosa encontramos en la casa acampamos en la casa de los abuelos, donde nos improvisaron colchones, sillones y lo demás bajado de mi casa, comenzaron a surgir las viejas historias de mis abuelos, sobre terremotos, apagones, y sus vidas, historias escuchadas una y otra vez, dónde ya sabes quién dijo qué en qué momento y como terminaran, pero las escuchas como si fueran la primera. Hasta hoy tengo la convicción que aparte del susto, fueron los mejores días para mis abuelos, ya que nos tenían a su disposición cuanto tiempo quisieran.

Hoy por cosas de mi padre, se fue la luz. Una caja térmica hizo que se fuera la luz y nos dio tiempo de estar juntos con cuatro linternas enanas alumbrando para que mi papá no trabaje en la oscuridad. Luego de burlas, de fallas con las linternas, y el hecho que en un momento solo encendiera una lámpara, mientras todo electrodoméstico seguía sin corriente, volvió la luz, pero por un momento, mi hermana, mi mamá, mi papá y yo, reímos hasta que nos dolió la panza, nos burlamos de los otros, y pasamos un buen rato. Son cosas que no pasan solo en apagones, pero cuando la tele, la compu, y sobre todo el modem no funciona, podemos volver algunos de años atrás, cuando una tonta y única fuente de luz hacia que estemos juntos.

Quizás la caja de luz se debería malograr más seguido.

3 comentarios:

Lore! dijo...

en el apagón too es más rico
jajajaja!

Anónimo dijo...

Nosotros jugabamos con la cera caliente moldeandola y esculpiendo formas divertidas =)

Por aqui conociendo y leyendo

Saludos, Yo

Manuel dijo...

Respecto al último párrafo, recuerdo una parte del speech final de la película "El gran dictador" de Charles Chaplin al respecto

"The aeroplane and the radio have brought us closer together. The very nature of these inventions cries out for the goodness in man; cries out for universal brotherhood; for the unity of us all"

La tecnología nos acerca a los seres queridos lejanos, pero tambien(por lo leído) nos puede aislar de nuestro entorno cercano. Que distinto de aquellos tiempos donde bastaba la luz de una hoguera para que las personas se sienten a compartir historias...