Caminando por una concurrida zona de Lima, en una tienda donde vendían polos con estampados y demás, vi una frase que me causo particular gracia, y decía así:
Experiencias, pensamientos, inventos y cualquier cosa que se me ocurra escribir....
10.5.09
Todo lo bueno en esta vida...
Caminando por una concurrida zona de Lima, en una tienda donde vendían polos con estampados y demás, vi una frase que me causo particular gracia, y decía así:
6.5.09
Aunque no te importe
Hace más de un año comencé a escribir, antes lo hacía, pero no fuera de los cuadernos que aún guardo, y algunas agendas que usaba como diario, no tengo nada más.
Al comienzo escribía desde el anonimato, hasta que me animé a poner mi nombre en las entradas, y algo se perdió: ya no tenía esa libertad de poner cualquier cosa, sin importar nada, aquel beneficio que me daba el esconderme detrás de otro nombre se perdió.
Mi aventura de escribir comenzó al regresar de viaje de Estados Unidos, esos dos meses y medio en los que prácticamente viví sola, fui independiente y fui más yo en otro lado del mundo, en el cual la mayor parte del día usaba un nombre ajeno.
Al inicio escribía o trascribía lo que anotaba en el cuaderno de conejo que me compró mi papá la primera semana que pasé allá, luego de la cual el regreso a Lima. Eran mis memorias, acerca de cómo veía las cosas en aquel país que veía tan lejano y fue tan mío por un corto tiempo, como me sentía, las historias de las personas a las que había conocido, en el camino perdí muchas, pero esas fueron las personas que me apoyaron y me hacían sentir en casa aquellos días en los que solo quería regresar, personas que fueron mi familia cuando estuve allá.
Eso me duró poco, luego fui escribiendo lo que pasaba, lo que pensaba, hasta que comencé a contar lo que me pasaba acá, las nuevas historias, algunas sobre fotos, otras sobre todo lo demás. Mi amigo el de las cartas me acusa de usar el blog como medio de venganza personal, contra la vida, contra lo que pasa en el mundo y sí, contra los hombres. En verdad no se qué tan cierto sea lo último.
Pero así comenzó esta bendita manía de contar, de contar lo que me pasaba y lo que pasaba a mí alrededor, de relatar las cosas más comunes y los hechos que salían de lo cotidiano. A veces me desactualizo o tengo más cuidado al escribir, me autocensuro de la peor manera, otras, digo todo como venga.
Por ahora no tengo tema, a veces todas las historias se cierran y algunas no valen la pena mencionar, pero como siempre pasa algo, siempre hay de que escribir. Así que hablaré de aquellos que me atormentan y aquellos a los que atormento, de amores y desamores, de lo bueno de lo malo, de la vida y de la muerte... lo seguiré contando… Aunque no te importe…