Otro año que pasó y descuide las cosas que a mí me importaban. Como ya lo he dicho en post anteriores, este espacio nació de la “necesidad” de decir lo que pensaba, lo que sentía, y lo que se me ocurriera. Era ficción y era realidad. Era mi visión del mundo y mis demonios internos. Una visión que censuré a conciencia y si estuvieron atentos verán que algunos de mis post más sinceros desaparecieron...
Este fue un año complicado, uno en el que aprendí a crecer, un poco más del mundo, de los demás, pero sobretodo de mi misma. Aprendí lo que me gustaba, las cosas que quería en mi vida y las cosas que sabía que en lugar de sumarme me restaban. Crecí y me di cuenta que la vida no era la que viví en la PUCP, que si bien aprendí mucho y conocí a personas maravillosas (y a algunas las he reencontrado) el mundo es más grade que las clases y los pastos, que en el mundo real no hay venados, ni ardillas.
Y aprendí que también es un lugar al que puedo volver y sentirme feliz, aunque no conozca a las personas que ahora están en los lugares que nos apropiamos con mis amigos durante temporadas, y que aquellos lugares ya no son los mismos. Aprendí que los lugares no son solo espacios, sino también son amistades, personas, memorias que van cambiando en el tiempo pero que son parte de nosotros.
Este año personas maravillosas se cruzaron en mi vida, gente que aportó mucho en su momento y algunos están y otros ya no. Personas que me quitaron algunos demonios y otras que me pusieron unos nuevos. Personas que me llevaron a este camino de autodescubrimiento que no tengo claro cuando comenzó. No sé si lo recorro desde siempre, desde hace años, desde el año pasado o si es solo cuestión de meses o semanas. Gracias a todos los que me han ayudado, consciente o inconscientemente. Gracias por haber estado ahí.
Este año comenzó con una consigna “no hay que quedarse con las ganas”. Para mí eso significa arriesgarse, y si hay algo que he aprendido este año es eso mismo. Estoy en la edad de hacerlo: de equivocarme, de caerme, de pararme y de aprender. Siempre fue más seguro para mí no hacerlo. Creo que parte de crecer es aprender a tomar riesgos. Terminando este año comencé a hacerlo en más de un aspecto. El nuevo reto es cuidar el blog y seguir escribiendo “Aunque no te importe!...
No sé que me traiga el 2012, pero ahí vamos…
1 comentario:
Bienvenida de regreso! Apoyo tu aventura del 2012 y para ser más que sincero... seguiré tu filosofía. Gracias de nueva cuenta por todo. Porque debo agradecerte que me hayas dado mi primer "hoja en blanco". Gracias por meterme en la cabeza la idea del "Blog" y de escribir lo que uno piensa. Porque tu siempre serás el cartero que todo lo inicio. Felicidades como siempre buena amiga. Se te quiere!
PD: A mi siempre me importo porque sabia "que todo iba a estar mejor" :]
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