23.3.08

Hogar... dulce hogar

Extrañaba a mis amigos, en lo que cabe extrañar a la gente con la que convives todos los días, mis amigos de la universidad, y los que no extrañas porque sabes que siempre van a estar ahí, los de siempre. Y extrañaba también a los que sé que estarán por un tiempo y que luego se irían y cuando los vea pasar diré “el [o ella] fue mi mejor amigo alguna vez”. Antes solía clasificar a mis amigos en mejores amigos, buenos amigos, conocidos y no sé cuántos grados más tenía; esa época de la vida cuando piensas que tienes más amigos que nadie y que por lo menos tienes veinte mejores amigos, porque son con los que comes en el recreo del colegio y con los que paras en el descanso del ICPNA.



Lima es Lima, mi lima gris panza de burro, con su clima humedo, sus carros inseguros, sus calles a medio construir, con ambulantes, con carretillas...Mi barrio, mi parque, mi tienda de la vuelta, mi esquina, mi todo.... y aunque me queje de ella [ porque solo te puedes quejar siendo limeña/o] me encanta esta ciudad.

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