Alumnos reclaman actuar de la Municipalidad respecto al trabajo del intercambio vial en las avenidas Universitaria y Venezuela.
La demolición de los muros ubicados en el perímetro de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos por parte de la empresa EMAPE (Empresa Municipal Administradora del Peaje de Lima), el pasado domingo, desató la indignación de las autoridades y sobretodo de los estudiantes de dicha casa de estudio, aumentando los actuales conflictos entre ambas instituciones debido a la construcción del intercambio vial, entre las avenidas Venezuela y Universitaria.
El día 29 de junio, en horas de la madrugada, trabajadores de la empresa EMAPE por orden de la Municipalidad de Lima, comenzaron los trabajos de demolición de muros periféricos de la Universidad San Marcos. Para dicha casa de estudios, esa acción fue coactiva y fue en contra de los diálogos que se mantenían entre los estudiantes, la universidad y el municipio.
En el inicio, fue el Bypass…
En julio del año pasado el alcalde de Lima, Luis Castañeda, anunció la construcción del bypass entre las avenidas Universitaria y Venezuela, el cual contribuiría a dar mayor fluidez al tránsito vehicular, y a su vez reducir el tiempo que significa cruzar dicha intersección.
Las construcciones empezaron en setiembre, y con ellas los desvíos del tránsito vehicular y los primeros problemas para los estudiantes y trabajadores, que incluían mayor tiempo para llegar a la universidad y también se traducirían en problemas de seguridad, como lo señalo María Paz de la Cruz, en su artículo San Marcos SOS publicado en Marzo en la sección Domingo de la República, donde señala que los miembros de la casa de estudio, se vieron víctimas de hurtos, secuestros al paso, asaltos, etc.
Quejas y Reclamos
Las quejas de los estudiantes se basan primero en seguridad, debido a los problemas ya mencionados antes sobre el aumento de la tasa delictiva en los alrededores y en la poca preocupación al respecto por parte de las fuerzas policiales y las autoridades de la ciudad.
Otro reclamo es el recorte del patrimonio cultural del complejo arqueológico Maranga, ubicado dentro de la ciudad universitaria y el cual se vería afectado debido a la construcción del tramo San Marcos-Faucett, dicho complejo es reconocido por el INC (Instituto Nacional de Cultura) como Patrimonio Cultural de la Nación.
Además, para los estudiantes, otro factor que se dejo de lado fue la contaminación sonora, visual y ambiental que conllevaría la construcción del bypass, ya que los distraerían de sus clases habituales debido a la proximidad de las obras de las aulas y espacios de estudio.
Y el principal reclamo, actualmente, es el de la mutilación de terreno de la universidad, por construcción del anillo vial-oreja- del tramo este-sur del bypass, el cual invadiría parte del campus universitario, lo cual los estudiantes consideran innecesario, basándose en investigaciones realizadas por alumnos de la Universidad Nacional de Ingeniería, la cual haya que el anillo vehicular es innecesario y el número de carriles sobrepasa el movimiento vehicular en la zona.
Sus reclamos van a las autoridades municipales y universitarias debido a las acciones del pasado domingo, para ellos “la demolición del cerco perimétrico de la universidad nos deja sin seguridad, exponiéndonos a cualquier tipo de peligro” declara Enzo Velazco, del centro federado de la Facultad de Derecho, “no solo han traficado con nuestro campus ilegalmente, sino que ahora han dejado que se tumben nuestros muros […] lo que tenemos que hacer ahorita es defender nuestro campus”.
Enfrentamientos
El 8 de mayo en horas de la tarde, policías ingresaron al campus universitario para tratar de evitar que los alumnos marcharan hacia las obras, y hacia el Congreso para exigir la reformulación del convenio entre la casa de estudios y la Municipalidad de Lima, afirma el diario La República, debido a que no tenían permiso para realizar dicha marcha.
El saldo del enfrentamiento entre los grupos en cuestión fueron 17 estudiantes heridos y 24 detenidos, así como daños físicos a fuerzas del orden. La versión de las autoridades fue que se llegó a esos extremos debido a la agresión de obreros por parte del alumnado por lo que ingresaron al recinto universitario, mientras que ellos afirman que ellos fueron los atacados físicamente y con bombas lacrimógenas. "Todo empezó cuando ellos lanzaron bombas lacrimógenas y piedras. Hicieron un cerco y no nos dejaron marchar", contó para el diario La República Andrea Torres, estudiante de Ciencias Sociales.
Luego de este hecho y debido a las actividades de la Cumbre ALC-UE, para evitar enfrentamientos, se les dio al alumnado sanmarquino ‘vacaciones’ por una semana, El rectorado pidió la suspensión de las obras, el cual fue negado por la Municipalidad, debido a que las obras ya estaban comenzadas y al grado de inversión que se hizo en ellas.
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