Esta semana se conmemoran cinco años de la entrega del Reporte de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), la cuál fue presentada el 28 de Agosto del 2003, por Salomón Lerner quién fue el presidente de dicha comisión.
Esta Comisión fue la encargada de elaborar un informe sobre el conflicto armado interno vivido en Perú entre 1980 y el año 2000. Recogió datos, cifras y testimonios, de las víctimas y de los grupos terroristas Sendero Luminoso y el MRTA, así como de las fuerzas policiales y militares que cometieron crímenes en es época y de la participación de los gobiernos en aquellos actos.
Se habla de eso como "lo que pasó", se mencionaron los problemas, siendo, a mi parecer, el principal, la ausencia del estado en los sectores más pobres del país, y ese pensamiento de que "ellos" de provincia son menos que "nosotros" los de la ciudad.
Y mientras pase algo lejos, allá en su chacra, no nos molestará tanto o no lo veremos, a menos que eso mismo pase en Miraflores.Y mientras sigamos viendo como a un "otro" a aquel que no hable como nosotros, que quizás hable Quechua o Aymara, sea de la selva o la sierra pero no de una ciudad, ese informe quedará anulado.
No sirve de nada poner un "Ojo que llora" para que la gente reflexione, mientras en muchas partes del país, muchos ojos siguen llorando y nadie hace nada al respecto.
Esta Comisión fue la encargada de elaborar un informe sobre el conflicto armado interno vivido en Perú entre 1980 y el año 2000. Recogió datos, cifras y testimonios, de las víctimas y de los grupos terroristas Sendero Luminoso y el MRTA, así como de las fuerzas policiales y militares que cometieron crímenes en es época y de la participación de los gobiernos en aquellos actos.
Se habla de eso como "lo que pasó", se mencionaron los problemas, siendo, a mi parecer, el principal, la ausencia del estado en los sectores más pobres del país, y ese pensamiento de que "ellos" de provincia son menos que "nosotros" los de la ciudad.
Y mientras pase algo lejos, allá en su chacra, no nos molestará tanto o no lo veremos, a menos que eso mismo pase en Miraflores.Y mientras sigamos viendo como a un "otro" a aquel que no hable como nosotros, que quizás hable Quechua o Aymara, sea de la selva o la sierra pero no de una ciudad, ese informe quedará anulado.
No sirve de nada poner un "Ojo que llora" para que la gente reflexione, mientras en muchas partes del país, muchos ojos siguen llorando y nadie hace nada al respecto.
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