Las noches han cambiado de forma, de escenario, de compañía. Alrededor de las diez suena el timbre de mi casa, mi celular o ambos, salgo al balcón, saludo y comienza el ritual de buscar mis llaves. Es Francisco. Bajo y siempre está ahí, con una gorra y por lo general un cigarro en la mano. Lo saludo de forma más natural y caminamos hasta el parque de la vuelta para buscar locación en la rotonda en alguna banca libre que se preste para el día.
Luego de una pequeña introducción que por lo general va así:
–Hola, ¿cómo estás?
–Bien ¿y tú, que tal tu día?–mientras enciendo un cigarro para mí y uno para él es cuando comienza todo.
Cualquiera sea la respuesta el tema siempre termina siendo otro, comienzan aquellas conversaciones tan propias de nosotros que se desvían de un tema social, a uno psicológico, pasando por la química y terminando con los pensamientos más complicados que solo podemos soltar cuando estamos juntos, pero bueno, algunas conclusiones a las que hemos llegado, que por más obvias que parezcan a veces nos quedamos pensando en que veinte minutos de conversación fueron solo el inicio y que hay muchas cosas más al fondo.
Las personas cambian, pero el cambio nace de uno. Cambiar por otra persona es estúpido, porque cuando una persona se va, por lo general regresas a ser el mismo de antes.
Los colores no existen, son una percepción de los sentidos luego a reacciones que produce el cuerpo y convenciones sociales.
Por lo general terminamos haciendo eso que nos molesta en otros.
No hay nada que el tiempo o el viento no pueda curar.
Todo pasa a su momento y por algo y cuando pierdes la oportunidad de algo, quizás la perdiste para siempre.
La mayor parte del tiempo las personas dicen lo que piensan, pero no lo que siente. A veces no dicen ninguna.
Algunas cosas se ven más interesantes de lejos.
Por más cosas que uno quiera aprender, nunca aprenderá lo suficiente.
Muchas veces cuando uno busca razones pone excusas, cuando existen razones no es necesario buscarlas.
Aunque somos en teoría Homo Sapiens Sapiens… muchas personas con las que nos cruzamos solo se quedaron en Homo.
Cuando piensas que alguien piensa que no eres inteligente, quizás admites que tú eres bruto.
Puedes esperar que algo pase, aun cuando sabes que lo que esperas en verdad no pasará pero es una forma de buscar sentirse bien.
Los V/F tienen más probabilidades a tu favor matemáticamente (50/50), aunque las opciones múltiples dan más seguridad (y en verdad es un 25/75).
Las notas son solo un referente que quizás no te sirvan en el mundo real, pero por alguna razón importan.
Cuando piensas que tienes muchas cosas en la cabeza, la única forma de estar tranquilo es comenzar quitando una primero.
Uno no siempre quiere de la misma forma, ni en la misma intensidad, ni de la misma manera.
No todas las relaciones son iguales, por más que sea la misma persona no la puedes juzgar por lo que hizo antes, pero solo tener cuidado.
No es lo mismo decir “las cosas que pasé” a “las cosas que viví”.
Lo bueno: Hay solo una forma de querer
Lo malo: Algunos la aplican de manera diferente
Lo jodido: No todos la conocen
Debemos salir con un cuaderno y apuntar todo lo que pensamos. Conforme aparezcan más... pondré más... Pero así de complicados somos. ^^